El libro del Archivo de la Memoria Trans Argentina

Reseña de la publicación Archivo de la Memoria Trans Argentina publicado a través de Chaco en diciembre 2020,

leído a la par de Las mil y una noches editado bajo la supervisión de René Khawam

para el club de lectores por Guadalupe Arriegue

Hay nombres que son códigos secretos para sobrevivir. Como todos los que figuran en el retiro de tapa y contratapa del libro. Todos los nombres, los propios y los comunes, los que van con mayúscula y con minúscula, son palabras mágicas. Como en inglés, que spell es «deletrear» y «hechizo». Cada uno de esos nombres que figuran en el interior del libro son un gualicho y una invocación de protección. Igual que la superficie rosada con el nombre del Archivo en letras brillantes y doradas y la contratapa con una rosa, otro halo de protección que sucede en el encuentro como prodigio y conjuro. El Archivo, esa corriente de vida, de pasillo y mensajeo, entre amigas, compañeras, colegas y activistas es de la que habla el libro, como la vida del Archivo y su legado.

 

El Archivo de la Memoria Trans surge del encuentro, de la búsqueda de personas, de sobrevivir. No existe la salida individual. Prima encontrarse y unirse. Tener hechizos, palabras, juegos, pactos y ligaduras: el lenguaje está para detener la muerte y salvarse la vida. Tal como hace Sherezade en Las mil y una noches. Con la lengua lleva a cabo la abstracción, el arte de la mutación de la oralidad (la otra cara de la escritura), y así poder ver-imaginar-hechizar a través de las ramas en las que evoluciona el lenguaje, que siempre es translenguaje. Y adentro de las jergas trans hay varias ramificaciones: están el carrilche en Argentina, el loxoro en Perú y el abogó en Brasil (fuente: María Belén Correa, fundadora del AMT). Son las lenguas de la supervivencia, códigos secretos para sobrevivir. Las lenguas fluyen cuando están vivas, cambian, mutan. El lenguaje se transforma. Como el orillero, el de poetas inventado, el lenguaje tanguero, el vesre, el lunfardo que hablan sus protagonistas y continúa reformulado. La lengua se hace vida y obra en el folklore de cada día, como las múltiples palabras en lenguas indígenas que perviven y se cuelan en los nombres comunes y propios, enormes como el Paraná guaraní. Las lenguas vivas subyacen el entretexto, habitan los sustratos, los espacios, tal como lo hace el Archivo en las instituciones, museos y escuelas donde expone.

 

Luego de años de trabajo llegó el libro, gracias también a la editorial Chaco y su editora, Verónica Fieiras. Está hecho de fotos, amores y leyendas. Teje un hilo inmenso e inabarcable, como las voces de Las mil y una noches, atraviesa mares insondables, jardines, calles de este y el otro mundo, donde la magia sucede: los genios de la lámpara y la transformación de todas las noches, en el espectáculo viviente de la supervivencia, renace a cada hora.

Si terminó un mundo y estamos haciendo otro para habitar, ¿qué caminos o surcos queremos que contenga? ¿Qué publicar? ¿Qué dejar grabado? ¿Cuáles son las historias que hay que contar? ¿Cuáles son las historias de la supervivencia?

¿Qué historias hay que contar para sobrevivir? se pregunta Sherezade en el cuento-madre que contiene los demás de Las mil y una noches, cuando las historias, los relatos, están hechos para vivir y dejar vivir a sus compañeras. Sherezade se salva a sí misma y a su colegas gracias al arte de narrar cuentos, de ser tejedora de historias, para ir a dormir, ir al mundo de los sueños con vida. Poder volver a despertar. “La muñidora de noches” es el primero de los libros de Las mil y una noches. Luego dentro de él se contienen historias desplegadas y laberínticas. Historias de amor, de locura y de muerte. Historias de banquetes y de hambrunas. Las mil y una noches se compone de viajes y personajes múltiples. El libro del Archivo de la Memoria Trans Argentina tiene mucho de ese cuarto o alcoba de mundos imaginarios compuestos por una dramaturga de mil invenciones. También es un espacio tan mágico donde estar a salvo. Un hechizo que cuida y vela el sueño de sus compañeras, para que el rey pare con su matanza y sacrificio de mujeres que se desvían de la norma.

 

Como en Las mil y una noches, los cuentos están dentro de otros, el libro de leyendas no se detiene en una u otra edición sino que su origen clavado en la oralidad lo despliega por letras mutantes, cambiantes y bailarinas, transformistas, en otros relatos y otras formas y posibilidades. Existe un hilo que va recopilando todas las historias. Ambos libros están en la oralidad y sobre todo en el cuerpo. Historias de vida que, además de migrar a las páginas, migran a las tapas. El nombre de todas está adentro de la piel del libro, no es la contra sino el retiro de tapa y contrapa, donde están los seudónimos y nombres sobrevivientes.

Entre la oralidad y la escritura y la multiplicación de géneros y de historias encabalgadas, el libro del Archivo de la Memoria Trans Argentina llena de brillos todo lo que está alrededor. Se lee en código y para todo el mundo.

 

Está lleno de voces que son letras de nadie y de todes, como el repertorio oral, hecho de canciones y tachaduras. Tan cargado de historia y memoria, como de magia y contemporaneidad. El libro funciona tal como lo hace Archivo, como un espacio de sociabilización y combate, a través de la magia y el cuerpo, los brillitos de la tapa y la rosa de amor de la contratapa. Confluyen la guerra y la poesía por otra forma de vida, el revés que se hace para armar un pliegue en la realidad, salir de una  forma de vivir unívoca cisheteronormativa  y ser la diferencia a través de la identidad y la expresión de una voz propia. El Archivo de la Memoria Trans es un territorio de homenaje y ritual. De resiliencia. Risa y carnaval popular. La comunidad trans tiene mucho que enseñarnos. La deuda es con ellas.

DÓNDE ESTÁ TEHUEL

 

LEY INTEGRAL TRANS

 

reseña: Guadalupe Arriegue – ❤ @guadalupearriegue – ✎ guadalupearriegue@gmail.com

Libros  que se dan la mano

Los libros como lugar de encuentro y reunión. Proyección de cuerpos y afectos. Libros que se dan la mano es una sección de reseñas que hacen una lectura a dúo con dos ojos puestos en dos libros, para un intercambio libresco-afectivo entre títulos que se leen y bailan a la par.

UNA PROPUESTA DEL CLUB DE LECTORES – participá del club

Coser un agujero

UN FOTOLIBRO, UN OBJETO.
Reseña del libro Un montón de ropa de Luján Agusti
Objeto elegido: un costurero

Curiosear la biblioteca de Turma es siempre una experiencia muy placentera. Un libro de tapa blanda, finito y marrón, me alcanzó su historia.

 

La pequeña gran anécdota de la adolescencia de Luján Agusti sirve para ahondar en aquel mundo material que rodea permanentemente y que, en muchos casos, sólo el tiempo devela su inconsistencia.

Para desarticular lo que se considera injusto es necesario encontrar un mecanismo que desbarate lo prohibido, porque lo inaccesible sin razón no resulta suficiente.

 

Se plantea el juego de tomar a escondidas y disfrutar de lo vedado o de lo que no tiene explicación lógica. Finalmente, como en la mayoría de los casos, la materia sobrevive al cuerpo, y despojada de dueño produce la historia.

¿Qué decisiones tomaste para realizar el libro?

Como todo el proyecto gira en torno al vínculo con mi madre a través de la ropa, me interesaba que eso se viera reflejado en el libro. Es decir, que los diferentes elementos que forman parte de él hicieran referencia a eso. Me interesaba trabajar también la idea del tacto, que por un lado está muy presente en las texturas de la ropa, y por otro, es una de las cosas que más se siente a la hora de perder a alguien.

 

 ¿Qué papeles utilizaste y en qué consistió la búsqueda en el archivo familiar?

Siguiendo esto, busqué que los materiales tuvieran cierta textura: el papel vegetal que además de tener una textura particular al tacto, también hace que una imagen se conforme de varias capas, como la ropa, como la fotografía y como la vida misma. El otro papel donde van los textos y las fotos de archivo, es un papel reciclado de cierta rugosidad que también da una sensación especial al tocarlo. Con respecto a la tapa y el cosido, busqué sí que estuvieran ligados a lo textil. El papel entelado de la tapa, y por otro la costura, que es típica del cosido de indumentaria. 

Quise que los textos vayan en esas medias paginas para que se sintieran como pequeños comentarios que ayudan a entender el libro.

Y por último el quemado uno por uno, un gesto artesanal, que es una referencia directa a la anécdota que cuento.

¿Cuándo surge la aparición de la idea?

Comencé el proyecto en los talleres de álbum familiar de Romina Resuche en 2013. Quería trabajar el recuerdo de mi mamá a través del archivo de mi familia, noventoso y abundante, y fui un poco buscando lo particular de mi historia dentro de algo tan universal como es el archivo. Tanto los álbumes de fotos como la gran cantidad de ropa, son dos cosas que mi mamá  tenía en cantidades, que cuidaba mucho y que finalmente cuando falleció siguieron ahí, impolutas. Y ambas son cosas que heredé. 

Mi mamá era una mujer hermosa y cuidaba mucho de su apariencia, tenía mucha, mucha ropa. Como cuento en el libro, me la pasaba sacándole las cosas, de pequeña para jugar, y ya de más grande para salir. Así fue como le arruiné varias cosas, entre ellas la camiseta que cuento en la historia. Tratando de ver como podía unir ambas cosas, empecé a ver en las fotografías, ropa de ella que aún conservo. Entonces decidí trabajar el proyecto por ese lado: realizar fotografías donde yo estuviera usando estas prendas que aparecen en las imágenes, prendas que sobrevivieron a su dueña. En esa búsqueda apareció la camiseta que, a mi entender, resume de manera ideal lo que quiero contar: este vínculo con ella – a veces conflictivo –  a través de la ropa. La camiseta que una vez tuve que esconder, y que re apareció años después para hacerme entender muchas cosas. Creo que lo que más me ha quedado de este proyecto, es el proceso catártico, un suspiro que me liberó, una historia pequeña sin pocas ambiciones que me ha ayudado a sanar muchas cosas. 

 

¿Cuánto tiempo te llevó madurarla y concretarla?

 La idea del libro comenzó en 2015 mientras estaba viviendo en México, donde vivo actualmente. Estaba trabajando en un proyecto, y me tomé la idea de hacer el libro como un juego, un descanso del otro trabajo. Todo fluyó tan bien que decidí publicarlo este año, en el que se cumplen 10 años de su fallecimiento, y también es el año en que yo me convertí en madre. 

Las repercusiones han sido muy buenas. Se me ha acercado gente que se sintió identificada con la historia y que también se vio tocada por la sensibilidad del proyecto.

El libro vuelve al estante de la biblioteca y a pesar de las respuestas exactas de Luján, genera cada vez más preguntas. Induce a pensar en lo que dejamos, como si se tratase de un montón de ropa.

 

 

Un montón de ropa fue presentado por Luján Agusti en Turma durante el mes de julio. Actualmente se puede conseguir en la Tienda de TURMA (ARS 350) y además participa del Premio Internacional FELIFA – FoLa.

Escrito por Andrea Knight

Andrea Knight es fotógrafa, editora y actualmente realiza la Tutoría de Obra Narrativa en proceso en la Casa de Letras. Además, es productora de la Feria de Libros de Fotos de Autor 

Fotografías Guadalupe Arriegue

UN FOTOLIBRO, UN OBJETO

En el cuento Tlön, Uqbar, Orbis Tertius, Jorge Luis Borges inventa un concepto que titula Hronir. Un hronir, para Borges, son unos objetos, pertenecientes al planeta de Tlön. En este lugar, cuando un objeto es buscado intensamente, se lo halla. Porque en Tlön la Voluntad modifica la Realidad. Entonces, un hronir, es un objeto que surge a partir del deseo, o de la imaginación.

 

Inspirados en este concepto, la sección Un fotolibro, un objeto propone una reseña de un fotolibro en donde se proponga la lectura del mismo acompañado de un objeto. El objeto potenciará la lectura del fotolibro y abrirá otros caminos que este alberga.