Qué queda después

Reseña de la publicación Qué queda después: de Violeta Capasso

para el club de lectores por Julieta Christofilakis

“Descubro la ternura con la que alguna vez miré el mundo. Las fotos de lo que queda después”  escribe Violeta Capasso en su primer fotolibro publicado en diciembre del 2020. Un relato que incorpora fotografías de 10 años entre el 2009 y el 2019 en donde Violeta pasó de tener 15 a 25 años siendo mujer y víctima de un abuso sexual.

 

Un libro autobiográfico suave y delicado con tapa rosa de felpa que tiene que ser visto con sensibilidad y cuidado.

 

Lx fotógrafx nos abre las puertas de su adolescencia contándonos que, cuando tenía 15 años, se vio en el estallido de las redes sociales y se compró una cámara analógica para subir fotos. Así fue como arrancó a registrar su vida cotidiana, fotos de los lugares que habita y los lugares que la habitan a ella, sus objetos y sus marcas en el cuerpo.

La disposición de las imágenes te obliga a alejarte y acercarte al libro todo el tiempo, todas con un tinte rosado y suave, el cual contrasta con la historia.

 

Todas las imágenes son Violeta, me lx imagino caminando por la ciudad, el bosque, la playa, la fiesta, en el baño, en la cocina, en la verdulería, de mañana, de mediodía, de atardecer y de noche.

 

Casi siempre lx imagino solx pero acompañadx por la cámara, tipo vouyer,  en su registro su cotidiano. reconociéndose en las imágenes.

 

Hablamos de imágenes como registro pero ¿Qué decidimos registrar?  ¿Sacamos fotos para llevar un registro? ¿Lo pensamos o lo hacemos sin darnos cuenta? La foto como un puente al recuerdo muy ligada a la nostalgia y al pasado.

 

Una cama deshecha de mañana, una mesita de luz desordenada, una flor que se destaca del resto, un mar frío y desordenado, una taza de café vacía y abandonada, una bombacha en el piso y una mano (la mano de violeta) que lx acompaña sosteniendo dinero, pastillas y deseando fervientemente un rayo de sol.

 

“Qué queda después” el libro de fotografías y textos de Violeta, diseñado por Mateo Barbuzzi y con corrección de textos de Natalia Romero impreso en Talleres Trama publicado en diciembre del 2020 simplemente, te pone la piel de gallina y te da ganas de acariciar la tapa rosa de felpa una y otra vez.

reseña: Julieta Christofilakis – ❤ @griega.jpg – ✎ julichristofilakis@gmail.com

Este fotolibro se puede visitar en la biblioteca de TURMA: hay que agendarse en biblioteca@somosturma.com

 

POR RAZONES DE PÚBLICO CONOCIMIENTO EN RELACIÓN AL VIRUS COVID19 NO ESTAMOS ATENDIENDO CONSULTAS PRESENCIALES EN LA BIBLIOTECA, SE PUEDE VISITAR NUESTRO CATÁLOGO VIRTUAL o BUSCADOR POR PALABRAS  Y PARTICIPAR DEL CLUB DE SUSCRIPTORES PARA COMPARTIR LIBROS & INVESTIGACIONES

CON EL APOYO DE

Piratería hoy

UN FOTOLIBRO, UN OBJETO

La isla del tesoro de Federico Estol, editado por CdF Ediciones

Objeto elegido: una moneda de oro

Una moneda de oro, un billete, un pasaje a otro mundo. El cuento empieza con la herencia que deja un abuelo marinero: un elemento como transporte , el boleto mágico o llave. Una moneda de oro. El pasaje a la isla del tesoro.

 

Las imágenes que devuelve Estol de las Islas Caimán muestran la piratería contemporánea. Arman un juego temporal paradójico, que homologa los piratas del siglo XVI (o mas bien la figura lavada que ha quedado en el imaginario sobre todo de cultura infantil) con los piratas del siglo XXI, que también esconden sus tesoros en las Islas Caimán.

REALISMO Y FICCIÓN DOCUMENTAL

Toda fotografía contiene una historia. La construcción del documentalismo de Estol no es una mirada vouyerista distante o ajena, sino que muestra el trabajo de campo de un sujeto fotógrafo que interviene en el espacio y se relaciona con las personas. Una puesta en página, una puesta en escena; una narrativa documental que tensiona una crítica social-económica con la elaboración metafórica que realiza la obra.

Federico Estol no acata órdenes normalizadas con el lente, sino que posibilita una polisemia: abre un abanico de personajes que cuentan prácticas sociales.

 

La foto del hombre de traje que tiene un parche en el ojo se vuelve el epítome de ese cruce de elementos simbólicos que refieren a una piratería de ayer y de hoy.

El libro funde las solapas temporales y nos habla de los saqueadores del siglo XXI, con cuentas offshore, empresarios que blanquean su dinero ilícito en las islas del caribe. Los pobladores locales, relegados. La isla es un estado colonizado, gobernado por millonarios, dueños de empresas fraudulentas que esconden sus caudales en paraísos fiscales.

El libro La isla del tesoro de Federico Estol es una alegoría de nuevas formas de prácticas extorsivas, robo y saqueo en la economía contemporánea mundial.

 

Corsarios, ladrones, taimados, asesinos. Siguen hasta nuestros días con otro disfraz: dejaron los harapos de navegantes de ultramar por los trajes de oficina recién salidos de la tintorería y ocupan oficinas y sillones ampulosos hasta en la casa de gobierno nacional. Los piratas hoy son los que esconden su dinero en los paraísos fiscales.

texto y fotos = Guadalupe Arriegue

Este fotolibro se puede visitar en la biblioteca de TURMA: hay que agendarse en biblioteca@somosturma.com.

UN FOTOLIBRO, UN OBJETO

En el cuento Tlön, Uqbar, Orbis Tertius, Jorge Luis Borges inventa un concepto que titula Hronir. Un hnorir viene a ser un objeto que se encuentra en el ficticio mundo de Tlön y que es cualquier objeto que surge a partir del deseo. Allí cuando un objeto es buscado intensamente, siempre se lo halla, porque la voluntad modifica la realidad, o la inventa. El mero deseo produce el objeto. Todo lo que es imaginado, es posible de aparecer.
Inspirados en este concepto, la sección Un fotolibro, un objeto propone una reseña de un fotolibro en donde se proponga la lectura del mismo acompañado de un objeto. El objeto potenciará la lectura del fotolibro y abrirá otros caminos que este alberga.

Brillemos

UN FOTOLIBRO, UN OBJETO

Vientos de cambio en las lógicas de producción y circulación de fotolibros en Latinoamérica. Reseña de la publicación Héroes del brillo de Federico Estol, coeditada por la periódico callejero Hormigón Armado y El Ministerio Ediciones, ganadora del Premio Internacional FELIFA 2018.

Objeto elegido: un vendaval

¿En qué se diferencia una serie de imágenes de un proyecto visual?
¿Qué alcances puede tener una visión y una visibilización?
¿Publicar, qué? ¿y para qué?

 

Estas son algunas de las preguntas que rondan el proyecto Héroes del Brillo de Federico Estol (Uruguay) y la organización social Hormigón Armado (Bolivia). Se trata de una publicación que repercute, discute y reformula géneros, espacios discursivos y estructuras de poder, para comprender, reinterpretar, modificar y trascender lo dado.

 

 Alianzas creativas y productivas

Federico y El Hormigón Armado compartieron tres eneros, donde pusieron en juego nuevos modos de llevar a cabo producciones fotográficas y ediciones a partir de talleres colectivos para elegir una forma de visibilizarse que luchara contra la discriminación sufrida por los lustracalzados en La Paz. No había un guion prefabricado ni una hoja de ruta impuesta, sino que la vinculación y la(s) experiencia(s) fueron llevando adelante una relación creativa que devino en la publicación que hoy presentamos.

Micropolíticas y macropolíticas culturales

La trayectoria previa de Federico Estol es de viajes por Uruguay, con el objetivo de explorar y expandir los horizontes identitarios culturales, que también son personales y familiares. Un recorrido por más de 200 fiestas folklóricas durante sus veintis, con amigos, entre ellos un antropólogo, que finalizó con el primer calendario e investigación sobre las celebraciones tradicionales del Uruguay. En esos primeros viajes aparece un estadío embionario de un gestor y promotor cultural en ascenso y en formación, que además, fundará junto a su colega de humanidades el Área de Patrimonio Cultural Inmaterial en Uruguay.

Con la identidad siempre como eje, Federico realizó dos publicaciones: Hello Montevideo, un ensayo sobre la cultura de la localidad Montevideo en Minnesota y la recreación de la identidad uruguaya donde no vive nadie del país, y el fotolibro La isla del tesoro, que traza un paralelismo entre los piratas del caribe del siglo XVII en las Islas Caimán y los paraísos fiscales contemporáneos. En uno de sus viajes por Latinoamérica, Federico conoce en Bolivia la organización El Hormigón Armado, que ya lleva más de 15 años de trabajo.

 

 

 

Productores y protagonistas

El Hormigón Armado es una organización que trabaja para “defender y resaltar la dignidad del oficio de lustrar zapatos” y el objetivo principal es “reforzar su autoestima y las herramientas necesarias para alcanzar sus objetivos y aspiraciones personales” (link al documental).  Los lustrabotas son un grupo social desclasado, que oculta su identidad y permanece clandestina por la vergüenza social que acompaña el oficio. Por eso es que prefieren mantener el anonimato encapuchados.

 

El proyecto Héroes del brillo invierte el signo de la máscara para tapar una identidad que se oculta por vergüenza, para llevarla al mundo de la literatura popular del comic, donde la máscara es un elemento de cohesión, inviertiendo el estigma para convertir al sujeto en un héroe social.

 

Las tomas fotográficas fueron realizadas en enero 2015, 16 y 17. En la preproducción, se construyeron storyboards colectivos de una supuesta ciudad «Brillolandia», y como en un rodaje de cine independiente, se produjeron las escenas, siendo la productora El Hormigón Armado y los lustracalzados actores de los roles protagónicos. Luego, el director de fotografía es Fede Estol. La dirección general, colectiva. De esta manera, el proyecto no es sólo la secuencia de imágenes que será publicada como número especial del periódico que tiene la organización, sino que comprende otros vínculos y afectos, que sucedieron como instancia creativa en los talleres colectivos durante ese período.

Publicar: conceptualizar, editar y materializar

Durante los períodos intermedios entre los meses de producción fotográfica, es que comenzó a gestarse el formato comic en la conceptualización que trabajara Federico con el editor Diego Vidart. Luego, llegará la incorporación de las ilustraciones de Álvaro Gastesi y la post-producción de imágenes de Fernando Giménez Roglia. El diseño es del estudio uruguayo Bruster. Resulta relevante además, nombrar el taller de conceptualización de fotolibros que llevara adelante el editor español Gonzalo Golpe en el festival ENCMYK del CdF (Centro de Fotografía de Montevideo) en diciembre 2017. Según refiere el mismo Federico, este espacio fue decisivo en el armado del relato visual cuando el proyecto estaba encaminado.

Luego, vendrá el momento de la impresión. Si el trabajo de conceptualización, edición, diseño y color fue tan controlado por el equipo uruguayo, luego en la materialización aparecerá el tinte maravilloso de lo imprevisible. A distancia y por video en vivo por whatsapp, Federico verá como se imprime Héroes del brillo en Bolivia sin ningún tipo de prueba y control sobre las máquinas de Hermenca donde El Hormigón Armado imprime su periódico mensual. Héroes del brillo será la edición nº 70 de esta publicación callejera y decana en la ciudad de La Paz.

 

La circulación

La publicación es una coedición de El Ministerio Ediciones, editorial uruguaya especializada en secuencias visuales y Hormigón Armado, el periódico de los lustracalzados bolivianos. Es una coproducción de dos países, y además de desbordar los territorios geográficos, la publicación  desborda cualquier supuesto de géneros discursivos. Es trans-género editorial. Es una edición especial de un periódico popular, cuando se vende en las calles de La Paz; es un fotolibro en espacios de circulación específicos (como en el festival FELIFA donde resultó ganador del Premio Internacional de la edición 2018,) con un mensaje directo en la lucha contra la discriminación. La habilidad de Estol es meterse en el formato de publicación callejera y conectarlo al mundo del arte, realizando un objeto que juega en ambos campos y que tiene una utilidad concreta de habilitar un cambio en la percepción del colectivo fotografiado en las calles de La Paz, objetivo que también persigue la propia organización Homigón Armado.

 

Es un proyecto afectivo-creativo que además tiene una publicación visual, lo cual supera por lejos la definición de qué es un fotolibro. Da cuenta de la importancia de entender los modos de producción contemporáneos y los espacios de circulación o difusión de la cultura visual popular, para preguntarnos cómo queremos llevar las imágenes a la vida.

 

 

La doblepágina no duplica, multiplica los sentidos.

Héroes del brillo

Fotografías e idea original: Federico Estol
Conceptualización y edición: Diego Vidart – Federico Estol
Producción artística: Lustrabotas de Hormigón Armado
Diseño: bruster.com.uy
Ilustración: Álvaro Gastesi
Post-producción: Fernando Giménez Roglia
Distribucción callejera – 6.000 ejemplares
Impreso en www.hermeneca.com
Hormigón Armado nº 70 – El periódico de los Lustrabotas
agosto / septiembre / octubre 2018

 

 

Texto = Guadalupe Arriegue

Fotos del libro = Karin Topolanski

Este fotolibro se puede visitar en la biblioteca de TURMA: hay que agendarse en biblioteca@somosturma.com.

UN FOTOLIBRO, UN OBJETO

En el cuento Tlön, Uqbar, Orbis Tertius, Jorge Luis Borges inventa un concepto que titula Hronir. Un hnorir viene a ser un objeto que se encuentra en el ficticio mundo de Tlön y que es cualquier objeto que surge a partir del deseo. Allí cuando un objeto es buscado intensamente, siempre se lo halla, porque la voluntad modifica la realidad, o la inventa. El mero deseo produce el objeto. Todo lo que es imaginado, es posible de aparecer.
Inspirados en este concepto, la sección Un fotolibro, un objeto propone una reseña de un fotolibro en donde se proponga la lectura del mismo acompañado de un objeto. El objeto potenciará la lectura del fotolibro y abrirá otros caminos que este alberga.

Fulminación

FOTOLIBROS LATINOAMERICANOS

Fulminación de Sergio Dominguez

_MG_3161

El libro Fulminación de Sergio Dominguez es el segundo libro de la nueva editorial argentina La Balsa, dirigida por Federico Paladino. Co-publicado junto a Infinito Blanco en un momento históricamente conmovedor, en términos de que economica y socialmente todo se mueve hacia abajo (excepto el dolar que sube y sube), Fulminación viene a presentarse como un objeto desobediente e inflamable, que se erige cual caja negra conservada después del desastre: en ella un registro visual de lo que sucedió. Los plateados gritos de clemencia, los llantos, las carnes en choque y los cristales estallando. Recordemos que de quiebres y de plata está hecha la Historia. Aunque Fulminación sea una caja negra, es una que fracasa porque, como tal, se comporta de un modo atroz: no registra el desastre pasado, develado después, sino que narra un pasado presente, develado durante. Quizas lo que fracasé no sea la caja sino la realidad, y el objeto, confundido, responda como puede.

En términos de diseño, Fulminación encuentra su efectiva solución en la provocación visual desde el fondo negro. Desde este espacio se abre el fuego oscuro en la portada, tatuado a puro golpe, como una especie de conservación en piedra del gesto de lo que arde. En este sentido, y en muchos más (incluido su título) el libro toca notas bíblicas y las tensiona. Es así que la publicación avanza, con imágenes que se evocan iluminantes desde un abismo de sombras. Son imágenes tomadas por Dominguez en varias manifestaciones y conflictos sociales. Imágenes de multitudes y de represión, en donde un zoom grotesco señala y recorta gestos individuales, que luego el libro se encargará de acumular y detonar. Vale la pena destacar que gráficamente, el recurso de enmarcar las fotos en negro, es uno honesto y acertado en demostrar que las imágenes de la publicación son recortes de otras originales.

 

El libro no quiere esconder su gesto de inventar (o provocar) realidad (como si hacen constantemente los medios masivos) sino que planta su bandera (negra) en anunciar el capricho de la visión individual del autor ante sus propias imágenes.

 

Siguiendo con la linea bíblica con la que el libro dialoga, la visión individual ha sido históricamente el mayor temor de la iglesia católica: el control de las imágenes es el absoluto gesto de poder. En términos mas claros, la gran imagen es una sola, no hay lugar para interpretaciones y quien la controla es quien gobierna. Dominguez, en este sentido, realiza un ejercicio crítico muy afilado en cuanto que produce sus propias visiones, de imágenes públicas enormes, e implanta su capricho y delirio místico de sujeto social que lucha, participando así, no solo en la manifestación simbólica de aquel movimiento, sino en el grito colectivo que sus imagenes capturan y a su vez proyectan.

Hay mucho para señalar de la edición y secuenciación del libro, pero sería atentar contra la lectura propia y libre de ustedes. En tal caso, solo me basta comentar que hay una continuación que encuentro lógica del primer libro de la editorial <<88 Pedazos, co-publicado con F.E.A.>> en la figura del puño cerrado. Así como 88 Pedazos contenia la fuerza de la piedra en sus puños, Fulminación contiene la chispante explosión del fuego liberado o provocado por esas mismas manos. Inevitablemente viene a mi mente el personaje Prudencio Parra de la novela Las Nubes escrita por Juan Jose Saer. En ella, Prudencio, loco y ensimismado, cree contener en su puño cerrado todos los males del mundo. Como si de un un castigo superior se tratase, el cree ser el guardían pandórico del caós y su maldición la de no poder abrir la mano jamás. En Fulminación los puños son los de Prudencio. Contienen, retienen, aguantan, se manifiestan encerrando adentro ese material que en valor simbólico supera al oro: la pasión popular, la lucha, la tensa convicción de que hay posibilidad de cambio. En la visión de Dominguez (y de Paladino) se cierra un puño para, irónicamente, sostener los golpes ajenos y cuando este se abré, se libera el fuego.

Fulminación es un desastre continuo. Una autopsia de un vivo y sin anestesia. Una exhibición de extremidades. Es un Frankenstein posible del sujeto social, enfrentando con su cuerpo poético a la (falta de) poesía del cuerpo policial.

 

En 1981, el artista Federico Peralta Ramos realizó una re fundación simbólica de la ciudad de Mar del Plata, bautizandola, bajo la creciente hiperinflación post militar, como Mal de Plata. Fulminación, responde, sin humor, o con humor flemático (desde el centro) a la misma premisa. Estamos mal de plata. El país se hunde y el fotografo, volviendo a lo clásico, responde desde la plata también. Argentina tiene un extraño vinculo ontólogico con este mineral: lo lleva en su río unitario y en su nombre nacional. Aunque la plata de verdad se la lleve siempre otro río… y los platos rotos los pague siempre el mismo pueblo.

Escrito por Martín Bollati

Fulminación, Sergio Dominguez

Tapa Dura

80 páginas

15.5x 22mm

2018

Co-publicado por La Balsa Ediciones e Infinito Blanco

400 ejemplares

 

Fotografías: Sergio Dominguez

Edición: Federico paladino

Diseño: Federico Paladino

Texto en libro: Romina Resuche

Impresión: José Chavez

Encuadernación: Prix Encuadernación

El romancero We belong together: una lectura de género

UN FOTOLIBRO, UN OBJETO.
Reseña del libro We belong together de Sta. Rosa editora.
Objeto elegido: una guitarra

El formato del libro es un cancionero, un tipo de publicación histórica en la cultura popular, que siempre nos cuenta mucho sobre las ideas y el gusto de una época y de un lugar…

 

 

La poesía de Sta. Rosa editora siempre es sutil, delicada e incisiva.

El poder expresivo que tiene la unión de la imagen y la palabra es misterioso. Siempre le escapa a la lectura fija y lineal. Provoca otra lectura, otro modo de entrar a la narrativa. No se lee de izquierda a derecha de ni arriba abajo. Entonces, ¿tiene sentido preguntarnos o tratar de definir qué expresa un libro de imágenes?

Sí, si tenemos la apertura a lo móvil e inasible.

 

Y también porque supone una recapacitación, una operación de relectura de los objetos culturales que tienen un devenir histórico en su construcción. Lo que hoy llamamos “fotolibro” (una traducción directa del término en su vocablo inglés), tiene su antepasado en revistas populares, comics, folletines, novelas por entregas, cancioneros, romanceros… en fin, todos los formatos editoriales históricos de la cultura popular. Y su relación con la oralidad y la historia de un pueblo y una época…

Ahora, metiéndonos dentro de la segunda capa de ficción –las páginas del libro –, qué nos cuenta We belong…?

 

Antes de sumergirnos, propongo a quien lee ponerle play a la lista que Sta. Rosa armó para viajar por estas imágenes (spotify)   y especialmente a la canción a la que el título remite (youtube).

Puesto que este es un libro visual y musical.

Fotografías de muñecas de porcelana, pintadas a mano y versos de canciones.

Las imágenes están apropiadas de mercados en portales digitales. Las canciones están tomadas de la cultura estadounidense de los años 50. Clásicos de una (otra) época. Esta yuxtaposición en la obra de Sta. Rosa provoca un extrañamiento de posiciones encontradas, entre el placer visual y el estremecimiento. La representación de la muñeca en la foto que “mira a cámara” tiene algo de macabro. Las poses sexualizadas nos hablan de la historia de la mirada sobre el cuerpo femenino que estamos hoy abogando por cambiar. Y las imágenes que elige Federico Paladino y pinta a mano Pilar Villasegura, son las de, precisamente, muñecas. Y de procelana lladro, esa materialidad tan frágil, y tan exclusiva. Los objetos también nos hablan de lo que se ponderaba o atesoraba en otra época, en este caso se trata precisamente de la construcción de un cuerpo femenino que por suerte hoy, estamos deconstruyendo.

You’re mine and we belong together
Yes, we belong together, for eternity

You’re mine, your lips belong to me
Yes, they belong to only me, for eternity

You’re mine, my baby and you’ll always be
I swear by everything I own
You’ll always, always be mine
You’re mine, and we belong together
Yes, we belong together, for eternity

Dice la letra que canta Ritchie Valens y que le otorga el título al romancero de Sta. Rosa. Resultaría algo así como “Sos mía y nos pertenecemos juntos”. Uno se pregunta dentro del libro, quién es el que formula o interpreta esa voz. ¿Es quien saca la foto de la muñeca? No hay certeza, es una voz invisible y por omisión.

 

 

Hoy esa omisión está siendo cuestionada y los ecos resuenan por todos lados.

We belong together es un romancero más de desamor, que de amor; de posesión (mujer-objeto) y de la fragilidad en la representación del cuerpo femenino. Un verso de un romance viejo, que se está señalando y cuestionando en esta época, de la que Sta. Rosa participa activa.

Texto & fotos = Guadalupe Arriegue

We belong se together se puede visitar en la biblioteca de TURMA: hay que agendarse en biblioteca@somosturma.com.

También se encuentra a la venta en la tienda online. Consultas en tienda@somosturma.com

UN FOTOLIBRO, UN OBJETO

En el cuento Tlön, Uqbar, Orbis Tertius, Jorge Luis Borges inventa un concepto que titula Hronir. Un hnorir viene a ser un objeto que se encuentra en el ficticio mundo de Tlön y que es cualquier objeto que surge a partir del deseo. Allí cuando un objeto es buscado intensamente, siempre se lo halla, porque la voluntad modifica la realidad, o la inventa. El mero deseo produce el objeto. Todo lo que es imaginado, es posible de aparecer. 
Inspirados en este concepto, la sección Un fotolibro, un objeto propone una reseña de un fotolibro en donde se proponga la lectura del mismo acompañado de un objeto. El objeto potenciará la lectura del fotolibro y abrirá otros caminos que este alberga.

SATÁN

FOTOLIBROS LATINOAMERICANOS

Crónica del libro Satán, de León Muñoz Santini

“Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz”.

Isaías 9:6

 

Publicado por la editorial mexicana Gato Negro Ediciones, Satán es un fotolibro que retrata las afueras de Ciudad Juárez. Fronteriza con los Estados Unidos y capital mexicana de la industria maquiladora, Ciudad Juárez ostenta también el título de ser una de las ciudades más peligrosas del mundo. Con tasas de violencia acuciantes, Juárez ha sido señalada como uno de los epicentros (simbólicos y estadísticos) del femicidio latinoamericano.

Roberto Bolaño, en su épica 2666, la describió como: “Un oasis de horror en medio de un desierto de aburrimiento”.

En Satán, León Muñiz nos ofrece su aporte fotográfico y taxonómico de representar a la bestia.

Unas tras otras, las fotografías se acumulan, desde la primera página (que es la noche del desierto y la fauce inaugural) hasta la última, conformando un roadtrip Ruschero: León utiliza inteligentemente este dispositivo de representación clásico y norteamericano, para señalar el otro lado del muro.

El viaje se sucede como una gran línea conformada por fragmentos, que citan inevitablemente al fordismo de las maquiladoras (y todas sus miserias).

Como un posible mantra capital, que repetimos todos como idiotas hace ya demasiado, las casas (que son la propiedad privada por definición), las rejas (nuestra distancia del otro) y los autos (la noción de progreso y velocidad) pasan, en un libro interminable, repetitivo y aburrido: la bestia es la espera.

Satán es el mejor libro que vi este año. Es un libro inteligente y atroz. Hace uso de la violencia acumulada, para representarla sin caer en la trampa exhibidora de siempre. Es cubista, futurista y bien latinoamericano. Es musical, por el sonido del auto, el ruido de la impresión risográfica y por todas las otras fauces negras que suenan, como oscuras notas, en las ventanas y puertas de las casas, en donde hay un infierno esperando.

 

León representa, a la mejor manera de Bolaño, la arquitectura del malCiudad Juárez como una ciudad metafísica donde las columnas son postes, el horizonte el desierto, y el muro final el bruto de siempre. Ciudad Juárez como una ciudad que no termina, como un campo de concentración industrial, como un enigma sucio latinoamericano, como un anillo del infierno que se extiende, aburrido y olvidado, o proclamado al olvido.

Satán

Tapa semi rígida.

416 páginas.

2017

Gato Negro Ediciones

Imágenes: León Muñoz Santini

Edición, Diseño e Impresión: Gato Negro Ediciones