Point of lovely sun

Para el club de lectores por

Entrevista a Pilar Villasegura, David Leda & Federico Paladino, autores de Point of lovely sun, el libro ganador del Premio Internacional de la 15º Feria de Libros de Fotos de Autor.

Point of lovely sun publicado por Sta. Rosa editora. Fotografía: flashboy2001. Edición Federico Paladino y Pilar Villasegura. Diseño: Daiana Ruiz. Encuadernación: Ninja Papel. Impresión: Dodó Risopress. Primera edición: 150 ejemplares, mayo 2016.

Es el fotolibro ganador de Premio Internacional FELIFA-FoLa , los miembros del jurado: Luis Weinstein, Lucrecia Martel y Pablo Ortiz Monasterio.

¿Qué lugar tuvo la técnica risográfica en la concepción general del libro?

Fede: En el momento en que empecé a imprimir en riso, aparecieron las fotos de David y surgió el proyecto de libro. Entonces fue evidente que había que hacerlo con esta ténica, y más aún con esas imágenes que eran a color, digitales y con resolución muy baja. La risografía iba a poder aportarle un aspecto más analógico, del tipo de imagen de fotografía de diario. En las fotos levanta mucho el contraste alto y en blanco y negro; en la idea del retrato, y las miradas y las expresiones. No hay en ese ruido que por ahí está en el archivo original…

Porque todas las fotos son en súper baja, ¿no?

David: Sí. Había de todo, porque en el momento estaban las primeras cámaras digitales. De tres megapíxeles. Y para aprovechar al máximo las tarjetas de memoria bajaba la calidad al máximo. 640×480, la resolución ideal para el fotolog.

Hay retratos muy lindos y muy cuidados, en los que llevaste a la persona a un lugar con linda luz…

D: No, para nada. Lo de la luz es así: tenía la camarita pocket con el flash incorporado y un cartón forrado en papel metálico que lo ponía contra el flash y sacaba la foto. El flash rebotaba contra la pared y le daba a la persona de costado y, además, al rebotarlo quedaba difuminado.

Bueno, pero más allá de la luz hay retratos como buscados, mirando a cámara…

D: Esos retratos tomaban cinco segundos. “Hola, te quiero sacar una foto, ponete acá”, disparo. No tenía nada de preparación.

¿Tenés todavía tu cámara?

D: Creo que no, era una Sony Cybershot. Tenía un lente muy bueno. Como a mitad de camino entre una pocket y una reflex digital.

¿Cómo fue el encuentro con Sta. Rosa editora?

D: En realidad nos conocemos desde hace varios años…
F: Yo le venía diciendo a Dav que tenía ganas de hacer un libro de archivo. Editar cosas de material encontrado o algún tipo de archivo fotográfico. El verano pasado me conto que tenía estas fotos, y que me iba a dar el disco para que las vea. Y, de hecho, estaba pensando eso de la cantidad de horas en el boliche, y que esa progresión se mantuviera. El libro tiene una narrativa de cuando empieza y cuando termina. Porque yo revisaba las carpetas (eran un montón de carpetas y subcarpetas) y veía, desde que empezaba la noche hasta que terminaba y se notaba.
Pilar: Esa lectura lineal nos gustaba.
F: Y después de un tiempo vimos un libro de Billy Monk.
P: Un libro que trajiste, Dav. Es un fotógrafo que fotografió durante mediados del siglo xx en bares y prostíbulos en Inglaterra y eran fotos de fiestas, situaciones nocturnas, gente bebiendo, en pareja, bailando… en antros, bastante trash. Y cuando Fede me comentó lo de David, se me vino a la cabeza ese libro.
F: En realidad, ya avanzada la edición vimos el paralelo. Ese libro termina con todo esto del desarrollo de la noche, termina con una foto de una mujer dormida entre los sillones.

Y el tema del diseño, edición. ¿Cómo se trabajó todo el sistema?

P: Fede empezó a editar durante todo el verano. Eso nos gusta dentro de la editorial, que cada uno pueda trabajar un poco solo. Siempre está el otro para consultar, y siempre tenemos la mirada de los dos. Almafuerte, por ejemplo, lo edité yo mientras Fede estaba de viaje. Nos damos esas libertades que creo que están buenas. Cuando me llama Fede ya tenía la edición un poco cocinada y vino la segunda instancia de edición, donde me incorporé.

¿El texto estaba pensado en un principio, se introdujo después, modifico la edición?
D: Cuando le pase las fotos a Fede yo decía que las veía de esa forma. Una época muy particular, la cultura juvenil argentina. Muy marcado por la crisis del 2001 y esos primeros años hasta que el país comienza a reordenarse. Fueron años muy caóticos. Y mostrarlos, no desde la forma lineal del fotoperiodismo, sino de una forma tangencial con un grupo de gente particular y como se refleja esa época en ese grupo de gente.
F: Para mí, el texto que escribió Dav es súper contundente con el libro. A partir del texto, que resume la intención del libro, a mí me gustaba esta idea del fanzine de agregarle distintas cositas como el playlist de la música que sonaba, distintos testimonios, los collages donde nosotros jugábamos con las imágenes, la letra de Fun Pepole, etcétera.
P: Volviendo al tema de la riso, creo que por eso también la elegimos. Queríamos que fuera muy fanzinero. Como el estandarte fanzinero, por la textura que tienen las fotos, en blanco y negro, que parecen fotocopias. Queríamos darle eso.
F: La verdad es que tampoco tenía tantas referencias de fotografía con la risografía. Tengo varias publicaciones impresas en riso, creo que la única es esa que tenía de Gato negro llamada Piedras. Unos mexicanos que hacen casi todo con riso. Es mucho más simple, es un librito que hay un paralelo de imágenes con esta cosa de la primer piedra de cuando se inaugura un espacio o una construcción publica con imágenes de protestas arrojando piedras a la policía en protestas sociales. Esta era la única publicación que tenía en blanco y negro en riso.
P: Me acuerdo de algo que también pasó mientras estábamos editando: se estrenó la peli de Suárez, de Fernando blanco, Entre dos luces. La peli es hermosa, son situaciones muy íntimas de ellos yendo de gira, en su casa, ensayando… Es como un recuerdo de la vida analógica, grabando el disco y armando la tapa y están todos en una mesa recortando, pegando, fotocopiando. Toda esa situación me generó decir “quiero volver a eso”. Tenía cosas de la cámara de rollo, llegás a tu casa y salta el contestador que alguien te dejo el mensaje… fue lindo ver la peli mientras estábamos editando.

¿Cómo llegaron al retrato de la portada?

F: Nos gustaba que no esté mirando a cámara; es una mirada perdida, al vacío. Creo que Guada me dijo que tiene una cosa medio mística religiosa en la mirada, está mirando al vacío pero ahí en el medio…
P: Más allá de algo puramente estético , él es hermoso, todas las fotos eran los chicos actuando frente a la cámara, posando, haciendo un acting, y él no. No lo conocemos a él, espero que aparezca.
F: Y es como una mirada nostálgica, no puedo determinar si es triste o feliz. Es la mirada que podría poner él ahora recordando esos momentos, lo siento como un paso al futuro.
P: Nos pareció que tenía una actitud diferente al resto.

¿Y el título?

F: Primero fue que queríamos pensar esta relación del libro con la música porque hay obviamente un vínculo fuerte. Empezamos entonces a ver letras de bandas que pasaban en ese momento y bueno, Fun People era de las principales referencias.
P: Nos pusimos a buscar y a leer las letras y apareció esa canción. Estábamos buscando “Point of lovely sun”, la recordamos y encajaba, tenía sentido.
F: La letra tiene algo mencioné cuando recibimos el premio, esa idea de fraternidad y colectividad. Hacerse cargo de que formás parte de un grupo de gente y una generación y la necesidad de actuar en términos colectivos. Nos pareció que eso era algo que se vinculaba con el libro y con la época.
P: Nekro, el cantante de Fun People, es de una cultura autogestiva, muy fanzinero… fue una persona muy determinante. Para mí que tenía 14 años y re adolescente, el chabón trasmitía cosas muy copadas con sus letras, a veces muy simples pero que para alguien de 14, 15 años son muy… emotivas, inspiradoras…
F: Y tenía ese juego de letras bilingüe, cantaba en inglés y en español en un momento que había eso, un vínculo fuerte con la cultura norteamericana. Los chicos escuchaban eso y las bandas eran una réplica de esas bandas.

¿Fue un conflicto que fuera en inglés?

P: No, porque la letra tiene justamente esa mezcla. La canción es en español.
D: Fun People siempre logró eso, los chabones cantan partes en inglés pero nunca los pensé como caretas, ni cerca. Con otras bandas sí puede llegar a pasar eso, pero Fun People no. Tiene una forma tan natural, con una energía tan particular.
P: Igual la traducción que aparece si uno busca en internet es “punto del sol amoroso”. La canción habla de la noche, de la salida, dice que tus padres te quieren con vida, que no te metas en problemas, en algún momento te van a dar lo que jamás te dieron. Esa cosa de la noche y que después sale el sol, esa lectura también lineal del libro donde el sol es hermoso, más romántico…

¿Y por qué la decisión de firmar con el seudónimo?

D: Sentía que era un poco pretencioso firmar con mi propio nombre, porque estas fotos yo lo hacía como si fuese uno más de los que estaban ahí yendo a una fiesta y pasándola bien. Entonces, como para poner cierta distancia con la autoría. No pensarlo como si esto es algo tan personal, sino que es el registro de algo en donde yo hace muchos años estuve ahí. No algo con lo que me identifico ahora, sino que lo hice en ese momento. Entonces, la idea era de crear una especie de personaje fotógrafo que estaba ahí y es uno de estos chicos y sacó fotos a su grupo de gente. También lo pensé como esos seudónimos que se utilizaban en el comienzo de Internet. Ahora con Facebook todos se tienen que poner el nombre real, pero en ese momento era más lo que uno quisiera inventar. En Fotolog era muy común ponerse uno de estos seudónimos y elegí uno que recordé de esa época. No el que usaba yo, pero quería uno que fuese del estilo de esa época, de los comienzos de Internet.

¿Se imaginaron que iban a ganar?

P: Cuando llegué y vi todos los libros en las mesas me dije: ni en pedo. Pero igual el jurado se acercó mucho a nuestra editorial, nos compraron el libro, y yo pensé “bueno, están agitando, una mención o algo puede haber…”.

¿Tienen algún libro que hayan elegido favorito de la feria?

P: A mí me gustó mucho el de retrato de adolescentes, pero no sé si lo veía como ganador. El que todo el mundo comentaba era el que recibió el premio de honor (El libro de la selva), ese lo veía como zarpado.
F: Me gusto el de Dot, que conozco al editor.

¿La diseñadora quién es, y cómo trabajaron con ella?

F: La diseñadora es Daiana Ruiz, trabajamos con ella una vez que necesitábamos más que nada definir el diseño del título.
P: Quiero contar algo que me parece que es lindo. Dai viene diseñando Almafuerte, la reedición del fanzine de Mariana Pacho López. Dai es amiga mía y nos re entendemos, y por ahí yo le tiro algo y me dice ‘no, esto’ y y le digo que sí, que tiene razón y vamos por ahí. Me pasó algo con el cine, por eso también fue un poco la elección de la tapa, me parece muy cinematográfica, no solo por la peli de Suárez que me motivó a hacer algo un poco más artesanal. En el momento en que se estaba editando el libro vi una película que enganché en el cable llamada Breve cielo, de David Kohon. Es una película de fines de los ‘60 que trabaja Ana María Picchio. No sé si tiene recontra que ver con el libro, pero habla de la juventud, y esa cosa de no saber qué hacer y estar un poco perdido. Y el diseño del libro es el poster de Breve cielo, y lo tengo. Pensamos en el poster, en el retrato del chico, que tenga más o menos la misma estructura… es re linda la peli.

¿Con ella trabajan en todos los libros?
P: Los últimos tres.

Opinión del panorama editorial local.

F: En Convoi, que es el espacio que tenemos con Dav, se presentan muchos eventos de editoriales más bien de narrativa o poesía. Me parece que ahí hay una potencia mayor. Es normal que se editen más textos que fotografía, hay una surgimiento de editoriales chiquitas y proyectos autogestivos y de incluso alguna red de editores, poetas y compradores de esos libros… En fotografía creo que también obviamente hay, bueno Juli ustedes lo van viendo: año a año va creciendo la cantidad de editores y fotógrafos autopublicados, y se van desarrollando e intercambiando recursos. Referentes, papeles, tipos de encuadernación… se está armando una red.
P: Yo creo que más que nada en foto, faltan proyectos pensados a largo plazo. Hay proyectos que son hermosos pero son de un fotógrafo que se autopublica un libro y ya. No hay tantos a largo plazo, como editoriales o proyectos más grandes…. Sí me parece que hay cosas que están buenísimas pero excepcionales.
F: Por ahí tiene que surgir de la necesidad de uno de querer ser editor y querer mostrar cosas que a uno le gustan. Siempre el vínculo lo relaciono más a una discográfica. Al menos yo siempre lo vi así para Sta. Rosa. No buscar el mainstream sino fotógrafos, archivos o proyectos fotográficos inéditos.
P: También Sta. Rosa surgió con la idea de editar fanzines de fotógrafos argentinos contemporáneos. Después nos fuimos extendiendo, en un momento cuando pensamos en Santa Rosa caímos de re causalidad en las oficinas de Pogo books, pensamos que era una librería y no nos abrían.
F: Es una editorial en Berlín de fotografía, que hasta hace unos años cuando nosotros viajamos lo que hacían eran fanzines.
P: Todos en serie del mismo formato, mismo papel, misma impresión, misma tipografía y nosotros queríamos hacer eso. Después nos dimos cuenta de que nos estábamos perdiendo de un montón de cosas, que era aburrido. Si no sacás uno al mes, es aburrido.
F: Hay algo que me gustaba de Sta. Rosa que era este juego de imitar cosas producidas a otra escala. Estos fanzines están impresos en Ausset en 500 ejemplares, no tan fanzines. Trasladar eso acá era también muy caro, hacer 500 fanzines en su momento Mariana Pacho López o Bárbara Arscuchin. No sé, había que venderlos y era una inversión grande que hizo que digamos de comprar una impresora y a partir de la impresora Inkjet producir esos fanzines con otra calidad y mucha menor escala. Cuando presentamos el primero eran 30 y casi nos morimos.

¿Cuándo arrancó la editorial?
F: 2011.

¿Y ahora qué sigue?

P: Yo el año que viene quiero hacer el taller con Juli (Julieta Escardó). Porque tengo un boceto de un libro que quiero hacer.
F: La verdad es que no tenemos plan definido. Queremos destinar el premio a hacer un próximo libro.
D: Convoi es un lugar que armamos con Fede y donde surgió el proyecto de Point of lovely sun. También creo que es parte de la concepción del libro, que tenemos este espacio donde en el piso de arriba está el taller de Fede y Pilar, y en el piso de abajo hacemos muestras de fotografía. En ese espacio se dan también situaciones como esa, es un lugar de encuentro donde surgen ideas.

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