Reseña del libro Who spies on us? de Justina Leston editado por Metaninfas escrita por Vanesa Magnetto para el club de lectores Turma
A partir de un conjunto de fotografías que tomó en diversos países de Europa del Este, en diálogo con situaciones que involucran viajes, cambios de identidad, interrogatorios y otras aventuras, Justina Leston armó Who Spies On Us?, un fotolibro que nos invita a seguir los
pasos de un espía a la vez que nos transforma en detectives de esta historia.
Una sensación intrigante invade todas sus páginas. Y digo invade porque en una primera mirada las fotos muestran eso que vemos: una ventana, un garaje, una pared, una espalda, un paisaje urbano. Sin embargo, algo obliga a detenernos con atención en cada página. Son las pistas que contiene cada imagen las que hacen que, desde el principio del libro, pongamos la vista en acción, a la vez que convocamos otros sentidos para tratar de comprender qué es lo que esta obra está tramando.
Además de las historias fotográficas, el libro narra con palabras un relato que involucra la mutación de un retrato, el surgimiento de una nueva identidad, una situación policial, entre otras cuestiones misteriosas. De nuevo, como en las fotografías, resulta un desafío comprender el mundo que construye esta obra. Las memorias de Europa del Este y de una URSS ya desaparecida, pero que sobrevuela vivamente todo el libro, se entretejen en las palabras y en las imágenes.
Los objetos que Justina registra con su cámara, siempre de manera frontal, centrados y con ligeras reminiscencias al matrimonio Becher y también a algunos artistas de la escuela de Düsseldorf, cobran vida en estas fotos al desplegar un protagonismo curioso. El granito de una pared junto con un pasamanos, un pedazo de papel que deja ver una mirada fragmentada, un cartel que indica o vende una imagen plenamente negra, una tela que simula ser un pleno de ladrillos, un teléfono con una especie de casco. Justina mira estas
escenas cotidianas con asombro y esa sorpresa cobra cuerpo en estas imágenes que muestran lo habitual de manera desencajada. Además, en Who Spies On Us? hay varios personajes de espaldas, detenidos en el tiempo. Más allá de la interrupción que genera la fotografía instantánea, los personajes parecen flotar en una especie de tiempo encapsulado de una película soviética con toques de espionaje.
Si uno de los primeros usos de la fotografía fue, y sigue siendo, producir imágenes que confirmen y afirmen eso que muestran, las fotografías de este libro tensan esa máxima testimonial al generar una imagen de lo real que no cesa de tambalear y abrir nuevos caminos sobre eso que muestra. Aquí el sendero se bifurca: además de los textos y las fotografías digitales tomadas por Justina el libro incluye un encuentro casual en un mercado de Berlín. Se trata de una serie de diapositivas en las que vemos a una mujer de espaldas
que viste un piloto y pasea por Moscú. El clima nublado junto con la textura y la materialidad de este tipo de imágenes nos remite a otro tiempo: otra historia de espías se entromete en el mundo flotante que veníamos recorriendo.
Este nuevo mundo se vuelve a ramificar al convocar nuevas acciones de parte de Justina.
Por un lado, registra la pila de diapositivas que le regalaron a la vez que fotografía también un dispositivo que permite ver estas imágenes de otro tiempo. Es decir, la materialidad implicada en este sistema analógico, ya en desuso, se presenta a través de las imágenes y también muestra el aparataje mágico involucrado en este sistema. Vemos entonces las herramientas que usa el espía para analizar sus imágenes, espiamos junto con él. Por otro lado, Justina se fotografía ocultando su rostro y portando una peluca castaña que recuerda
a la señora de espaldas que camina por Moscú. Un juego de escena se involucra en estos relatos y así la espía se deja ver parcialmente.
Me gusta pensar en el derrotero de eventos y situaciones que atravesó este libro hasta llegar a conformarse como Who Spies On Us? Un primer viaje a Letonia en 2016 que derivó en una serie de imágenes misteriosas, varias exposiciones fotográficas con muchas mutaciones, los textos que dicen lo que las fotos no muestran, el ingreso de otro espía en las diapositivas y una serie de registros de fotografía de estudio. Una especie de juego de mamushkas estructura el relato, y esas múltiples capas de sentido conviven en la edición
laboriosa hecha por Justina junto con Lorena Fernández.
Algo de este libro me transportó a una situación que viví en un aeropuerto de Kiev haciendo una escala. Fue una parada un tanto extraña porque tuve que hacer una investigación imprevista para descifrar un dato que parecía secreto: la puerta de embarque para poder tomar mi próximo avión. También, después de mirar la foto del libro en la que aparece una alcantarilla con una escalera, reviví el momento en que veía junto a mi hermana los paisajes subterráneos que habitaban las tortugas ninjas allá por los años 90. Estas anécdotas pueden parecer muy alejadas del libro, pero creo que hay algo del humor, del misterio y de lo disparatado que sobrevuela en Who Spies On Us? que invita a seguir al espía y a la vez despliega múltiples bifurcaciones de las memorias personales. ¿Un espía que activa algo en nuestro interior? La próxima misión es ir detrás del libro y armar tu mapa de espionaje.
Vanesa Magnetto